Criar niños bilingües es fácil si sabes dominar un segundo idioma pero, para los padres que solo hablan español es un trabajo que requiere más esfuerzo. Sin embargo, no es imposible.
Entonces, ¿cómo puede un padre, independientemente de donde vive y de sus conocimientos lingüísticos, exponer a sus hijos al aprendizaje de un idioma extranjero?
Aquí van un par de consejos:
Contrata a una canguro que no hable español
Los padres monolingües pueden explorar la posibilidad de contratar cuidadores que no hablan español para exponer a los niños a la nueva lengua de una manera muy natural. Para aquellos que pueden, conseguir una niñera bilingüe es una excelente opción, especialmente cuando se puede reforzar el aprendizaje del idioma con un programa de inmersión lingüística en la escuela infantil.
Los niños pequeños son expertos en imitar lo que escuchan, por lo que este tipo de exposición a otro idioma a una edad temprana es extremadamente valioso.
Cómprale libros en idioma extranjero
A medida que el niño crezca y empiece a aprender sus primeras palabras, es recomendable comenzar con regalarle libros en idioma extranjero que se centren en enseñar conceptos como el alfabeto, los números, las letras y los animales.
Puedes elegir libros bilingües que muestren la palabra tanto en español como en el idioma de destino.
Enséñale videos y musica en idioma extranjero
YouTube es una increíble herramienta para enseñarles a tus hijos programas populares en idioma original como Bingo y Rolly o Peppa Pig. Este último está disponible actualmente en 21 idiomas diferentes, desde chino mandarín hasta holandés y croata.
Si los videos no son lo tuyo, prueba con la música.
Los niños pequeños aman la música, especialmente si las canciones van acompañadas por bailes y movimientos rítmicos. Las canciones de la primera infancia tienen un vocabulario simple, patrones de ritmo efectivos y melodías pegadizas, y son excelentes para aprender un nuevo idioma.
Sé constante
Cualquiera sea el método que elijas, la constancia es la tarea más importante, así que dedica al aprendizaje de tus hijos por lo menos una hora todos los días.
De todas formas, si tu hijo no disfruta jugando con el idioma que has elegido, no lo obligues. Aprender debería ser divertido. Deja que tu hijo elija por sí mismo. Después de todo, si no le gusta un idioma, ¡hay otros 7,096 idiomas para elegir!
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